La cuesta de enero es un período de tiempo al inicio de cada año en el que el presupuesto personal se ve afectado por diversas razones y que desde el punto de vista económico, el transitar diario en este mes se vuelve difícil.
En la cuesta de enero un gran número de personas notan un evidente incremento en los gastos y, con ello, una disminución en sus ingresos.
Ahora que sabes qué es la cuesta de enero, veamos qué lo ocasiona.
¿Qué ocasiona la cuesta de enero?
La cuesta de enero es provocada por una serie de factores que, como verás, puedes resumir en tres fases.
Una de ellas de ellas está caracterizada por elementos más personales, costumbres familiares, laborales o simplemente particulares. La segunda, tiene una alta incidencia de factores externos a ti. Y la tercera, está compuesta por ambos elementos: decisión y costumbres personales que alimentan factores externos.
1. La primera de ellas está representada por el período previo al Día de reyes
No es nada innovador afirmar que diciembre es un mes de gastos.
Quieras o no, aunque te propongas no tener ni un solo gastos extra, esa temporada previa a reyes sin duda es la época en que resulta -casi- inevitable tener gastos. Pues no todo en diciembre en regalos.
Es la época de invitaciones, de encuentros con compañeros de trabajo fuera de la oficina para celebrar juntos en la proximidad del fin de año y de reuniones con los amigos y familiares.
También es la temporada, curiosamente, en que decides contratar esos arreglos que has estado posponiendo para tu casa, adornos, reparaciones, algún electrodoméstico que te falta.
2. La segunda fase que caracteriza la cuesta de enero contiene otro tipo de factores que influyen en tu presupuesto y que no dependen de ti
Uno de las razones que influyen en la cuesta de enero es la inflación e incremento de costos de bienes y servicios. En muchos países el precio de bienes y servicios públicos se ajustan en cada inicio de año.
También influye en la cuesta de enero el gasto extraordinario con motivo al cambio de clima producto de la temporada, que te obliga al uso de la calefacción o del aire acondicionado, dependiendo del hemisferio en el que te encuentres.
Y eso suma. O, resta, en tu presupuesto.
3. En tercer lugar, la época de rebajas
La cuesta de enero y la época de rebajas: ¡una combinación explosiva!
Ten en cuenta que se abre una tercera fase que es la época de rebajas y esta fase si bien se produce por decisión de terceros ajenos a tu prepuesto, eres tú quien decide participar en ella.
Como consecuencia de estas tres fases, el exceso de gastos del mes de diciembre y los aumentos de costes en enero que notas lo difícil que es llegar a fin de mes para aquellos que sus ingresos dependen de un sueldo y mucho más seguramente para quienes trabajan por cuenta propia cuyas ingresos dependen de los presupuestos ajustados de sus clientes.
Para saber cómo aprovechar las rebajas, haz clic en ese enlace.
Ahora te dirás y ¿cómo me recupero de la cuesta de enero? ¿cómo gestiono la cuesta de enero?
¿Cómo controlar los efectos de la cuesta de enero?
Para evitar el desgaste que te produce la cuesta de enero, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:
- La previsión. Ten presente los factores que escapan de tus manos, como los aumentos de bienes y servicios, los gastos producidos por el uso de la calefacción o aire acondicionado que ya sabes que con recurrentes cada enero. Preverlos significa tenerlos en cuesta en una previsión de gastos en este mes.
- Evita excederte en el mes de diciembre para que puedas prepararte mucho mejor para la cuesta de enero. Aunque pueden ocurrir gastos imprevistos, prepáralos desde noviembre en que ya empiezan las invitaciones para diciembre, un presupuesto para estos gastos innecesarios y a veces ineludibles.
- Evita en lo posible el uso de la tarjeta de crédito. En lo posible evita su uso o simplemente déjala en casa, solo para gastos extraordinarios y necesarios. De esta forma, sabrás qué y cuánto gastas cada semana. Esta información sobre el uso de la tarjeta de crédito te vendrá muy bien.
- Busca un ingreso adicional si fuera posible y si está en tus manos. Eso te dará mayor holgura en la gestión de tus ingresos y gastos.
- Sé capaz de decir que no ante las compras impulsivas.
- Si fuera necesario adquirir un bien o servicio o pagar alguna deuda, tómate el t tiempo para investigar sistemas de financiamientos más favorables a tu presupuesto.
- Modifica tu modelo de compras para los regalos. Compra en otro rango de precios, deja de regalar a algunas personas, compra antes de la época navideña-.
- Cambia hábitos o sustitúyelos aunque sea temporalmente, por otros, como esas suscripciones mensuales a alguna práctica de deporte o disciplina: tennis, yoga, gimnasio.
- Incorpora nuevas formas de reunirte con tus amigos y familiares. Quizá sea hora de celebrar compartiendo casa y comida. Disfruta con tus seres queridos de otra manera de reunirse. Compartan casa, platos, aperitivos, tapas y bebidas. Verás lo bien que lo pasarán experimentando alternativas y ¡cuánto vas a ahorrar!
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