Te proponemos 4 fórmulas para que puedas liberarte de tu hipoteca antes de tiempo

Es muy probable que la compra más grande e importante que hagamos en la vida sea la de nuestra vivienda. Al momento de firmar nuestra primera hipoteca nos emocionamos por haber alcanzado una meta; celebramos ese acontecimiento con toda la familia, sin pensar siquiera que estamos contrayendo una obligación financiera que deberemos honrar durante toda la vida, y pagando mucho más que su costo.

Al principio, no hay mejor sensación que tener las llaves de una vivienda propia. Con el paso del tiempo, esa sensación se desvanece y es reemplazada por el deseo de librarte de tus deudas lo cual no es nada descabellado, porque el simple hecho de reducir los gastos por concepto de intereses sobre la deuda ya es una forma de ahorrar.

Además te sentirás emocionalmente seguro, no le debes nada al Banco y ahora sí puedes decir que la vivienda es completamente tuya.

Esa seguridad es una de las mayores ventajas de pagar tu hipoteca antes de tiempo, aunque tengas que pagar ciertos gastos por cancelarla anticipadamente.  No dejemos a un lado que también tienes una alternativa y es que podrías “abaratar” esa hipoteca.

Si tienes una hipoteca y estás de acuerdo con lo que estás leyendo, quizás sientas un impulso desenfrenado para liberarte de tu hipoteca cuánto antes, pero antes de hacerlo conviene que primero que te libres de las deudas con mayores intereses (por ejemplo las tarjetas de crédito o los préstamos al consumo), construyas un fondo de emergencia (mínimo para satisfacer los gastos de 3 meses de vida), y revises tu plan de jubilación. Y analizar para mejorar algunos gastos relacionados con el préstamo hipotecario como el seguro vinculado a la hipoteca.

Si decides liberarte de la hipoteca antes de tiempo, existen ciertas formas recomendadas:

  • Hacer pagos cada dos semanas. Quizás ésta sea la forma más sencilla de acortar la vida de tu hipoteca. Si cada dos semanas pagas la mitad de la cuota mensual, puedes reducir tu compromiso hipotecario por aproximadamente cuatro años. Es importante que observes que el pago se hace cada dos semanas, por lo que si un año tiene 52 semanas, deberás hacer 26 pagos (equivalentes a 13 cuotas mensuales). Este sistema te permite adelantar el cronograma de pagos y además disminuir los gastos por intereses puesto que los dos últimos pagos (25 y 26) serán aplicados a reducir el préstamo principal.
  • Aumentar los pagos mensuales. Tal vez sea el método más atractivo para quienes tienen cierta capacidad de ahorro. Si posees una holgura financiera que te permita pagar un extra por encima de la obligación contractual que adquiriste al comprar tu vivienda, no sólo pagarás menos intereses, sino que también reducirás el tiempo de vida de la hipoteca. Es cuestión de sacarle punta al lápiz y echar cuentas.
  • Hacer pagos anuales. Muy posiblemente, al finalizar cada año disfrutas de una buena situación económica porque recibes bonos, pagos por utilidades, compensaciones, salarios adicionales u otros ingresos extraordinarios; pues bien, con algo de disciplina financiera podrás destinar parte de ese excedente a amortizar el préstamo hipotecario. Al igual que en los casos anteriores, no solamente terminarás antes de pagar la hipoteca y podrás librarte de esa carga financiera, sino que además reducirás los gastos por intereses, lo que en resumidas cuentas es un ahorro. Otras personas prefieren apartar una porción del excedente mensual para destinarlo posteriormente a amortizar el préstamo mediante un pago anual; de esa forma se aseguran la flexibilidad en medio de la disciplina financiera y mantienen un fondo para cubrir imprevistos o cualquier emergencia que surja a lo largo del período.
  • Refinanciar la deuda hipotecaria y reinvertir. Si no te sientes atraído por alguna de las formas anteriores, todavía dispones de esta opción para reducir el tiempo de vida de tu hipoteca. Las actuales tasas de interés bajas son un incentivo para refinanciar la deuda, y si eres inteligente podrás permitirte además cancelar tu hipoteca antes de tiempo. Obviamente, tendrás que valorar el costo del refinanciamiento con tu Banco acreedor (porque refinanciar cuesta dinero) pero si el nuevo préstamo tiene condiciones ventajosas para ti, seguramente tendrás una mayor capacidad de ahorro, la cual a su vez podrás reinvertir y hacer pagos adelantados aplicados al préstamo principal.

En cualquier caso, el método que elijas para liberarte de la hipoteca antes de tiempo, solamente va a depender de lo que tenga sentido para ti. Debes elegir la opción con la que te sientas más cómodo según tu situación financiera y tus preferencias personales y familiares.