No cometas el error de pensar que tu tarjeta de crédito es una extensión del dinero que ganas
Es muy probable que uno de tus primeros contactos reales con el mundo financiero, haya sido cuanto obtuviste tu primera tarjeta de crédito. Seguramente, en ese momento percibiste una inmensa sensación de libertad, poder económico y margen de maniobra. Pues bien, vas por el buen camino, porque las tarjetas de crédito no solamente son útiles para atender imprevistos o adquirir lo verdaderamente necesario cuando el flujo de efectivo no está a nuestro favor, sino que además, sin las tarjetas de crédito no podrás rentar un vehículo, reservar alojamiento en un hotel, o adquirir un billete aéreo por Internet. Sin ellas, tampoco te beneficiarías de algunos servicios interesantes, como el financiamiento sin intereses (gratuito) cuando cada mes pagas completamente el saldo deudor, o los seguros de accidentes en viajes, la compra protegida o la extensión de garantía en algunos productos.
Entonces, bienvenidas las tarjetas de crédito, pero para que sean tus aliadas debes aprender a utilizarlas correctamente. Ten siempre en cuenta que el hecho de tener una tarjeta de crédito puede crear un espejismo sobre el poder real de gasto que tengas, y ese espejismo te llevará a un patrón de consumo en el que de manera recurrente gastarás más dinero del que ganas; a veces con terribles consecuencias para tu economía personal o familiar.
Una de las deudas más costosas que se adquieren es la que proviene del uso de la Tarjeta de Crédito; por lo general, las tasas de interés que cobran son bastante altas y eso perjudica tu flujo de efectivo y tu capacidad de maniobra.Para evitar situaciones embarazosas que incluso pueden llegar a arruinarte, aquí te indicamos dos consejos básicos:
- Evita el impulso de recurrir a las Tarjetas de Crédito para realizar compras básicas o cotidianas, o de adquirir artículos que realmente no necesitas pero que te atraen por su bajo precio o porque están en promoción.
- Trata siempre de hacer el pago completo mensual del saldo deudor (sin intereses). En caso de que no puedas pagarlas completamente, paga por lo menos el doble de lo que te indican como pago mínimo de ese mes. De esa manera evitarás pagar un importe significativo por concepto de intereses, y te librarás de una larga y pesada carga financiera que te impedirá alcanzar tus metas.
En conclusión, recuerda que la tarjeta de crédito no es una extensión de tus ingresos, y cada vez que las utilices estarás adquiriendo una deuda que por lo general deberás pagar con altas tasas de interés. Aprende a aprovechar sus beneficios, sin caer en la tentación de gastar más de lo que ganas.
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